Joris Voorn llega al Moog como un perfecto desconocido para la gran mayoría pero está tranquilo sabe que sigue la lógica inmutable: “si esta noche es jueves y estamos a últimos de mes hoy toca Wax Sessions Night + por tanto lo trae Molina = es bueno seguro”. Reparte sonrisas a diestro que abre tantas puertas como mentes expande su deep techno de nueva hornada con mantequilla holandesa a las viejas hierbas detroitianas. Pasa la tarde del jueves en casa de un Funk D’Void que está de niñera con su criatura y no se puede mover del piso: “Conozco a Lars desde que incluyó uno de mis discos en su top ten para clubbingspain. Estoy doblemente contento porque un artista que me inspira sabe de mis discos y además le gustan y los pincha. Genial. De momento está preparando un remix para mí en un nuevo sello holandés Sound Arquitecture”. Molina también ha tenido un detalle con Joris al incluir su “It ain’t our world” (Sound Arquitecture Recordings 01) entre Mathew Dear y Troley Route en ese segundo volumen de la colección Wax Sessions más que listo para prender mecha.Es excitante como siguen sucediendo las cosas en la comunidad de productores electrónicos. Alguien que escucha un disco en España se interesa por su productor que vive en Holanda y sin conocerle de nada le invita a pinchar a Barcelona como invitado.
Es una buena apreciación porque efectivamente es así como funcionan las cosas en este mundo de la electrónica. Y estoy encantado de que así sea. Esto no tiene nada que ver con la imagen ni con otros aspectos accesorios a la música. Es sólo una cuestión de apreciar la música que hace el otro. Es fantástico que pueda estar aquí en Barcelona y estoy encantado por ello.

¿Qué proponen las nuevas generaciones de techno en Rotterdam? ¿Hay vida después de Joheem Paap?

El techno de los nuevos productores es más deep. De todas maneras, creo que ni en Rótterdam ni en toda Holanda hay demasiados productores de techno como para hablar de toda una generación renovadora del estilo. Lo que está claro es que si algo se mueve en términos de techno en Holanda es el techno más profundo.

Igual es que los nuevos talentos intentan escapar de las líneas más rudas de esa música industrial o del gabber que ha caracterizado a los productores de su ciudad.
No lo sé. Yo de hecho nunca he escuchado gabber. Cuando estaba en la cima en mi país yo no tenía nada que ver con ese estilo ni con la electrónica en general. Me gustaban las guitarras. No creo que haya ninguna relación entre las dos escenas.

¿Entonces cuando empezó a interesarse por el techno de Detroit tan presente en su discografía?

Escuchando radios independientes en Holanda. Eran los tiempos de Lettfield y Orbital, un momento coyuntural en el que mucha gente proveniente del rock se empezó a interesar por la electrónica de gente tan abstracta como Autechre.

Ground Zero es el primigenio sello que contó con las primeras producciones de Joris Voorn. A partir del 11 de septiembre de 2001 el label tuvo que cambiar de nombre por razones obvias.

Si, a partir de la referencia de Fabrice Lig el sello pasó a llamarse Keynote. Ofrece deep techno from Detroit, aunque mis 12″ para ellos han sido los tracks más pisteros de todos los que he producido nunca: “Trax Part 1 y 2”. El tercer “Trax” estará listo para dentro de tres meses aproximadamente.

Precisamente su track “500 Models” es un claro homenaje a Detroit.
 Por supuesto. Me hace mucha gracia que preguntes por el título de este track porque esta relación ha pasado desapercibida para mucha gente. Pero si, claro, es techno muy melódico que remite al tema de Model 500 “I wanna be there”. No es una copia pero sigue el esquema de ese tema que además me encanta.

También defiende su música en directo.

Si, mañana mismo hago un directo en una fiesta en el Transistor de Rotterdam con Jeff Mills. Es curioso porque mi hermano también es periodista musical y lo estará entrevistando ahora mismo y mañana me vendrá a buscar al aeropuerto para llevarme hasta él. Mañana estaré más nervioso que ahora. Me preocupan más los directos que las sesiones. En un set de Dj al uso no me pongo nunca nervioso porque estoy más pendiente de la gente y la mecánica del espectáculo es un poco menos sofisticada. En un directo no es sólo una cuestión de poner discos, tu cabeza debe controlar más detalles y me estreso bastante más.

Puedo atestiguar que efectivamente parece usted muy relajado en este cómodo sofá a pocos minutos para que empiece su sesión. ¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza cuando entre en cabina y deba prepara el primer y temido disco de su sesión?
Difícil cuestión. Depende de muchos aspectos, pero lo más importante es captar la atmósfera y, sobretodo, tener en cuenta que es lo que ha pinchado antes el Dj que va antes que tú. Mi experiencia me dice que lo mejor es no empezar con un ‘rompepistas’ de buenas a primeras. Es mucho mejor poder construir la sesión poco a poco. Pero claro, todo esto es hablar por hablar porque depende mucho de la predisposición de la gente.

Antes le comentaba a Molina que había decidido con minuciosidad los discos que iba a traer a Barcelona porque no conocía nada del público del Moog.

Si, es cierto. No tengo ni idea. Me ha comentado Ángel que el público está hecho a todo porque cambia cada noche. Es un sitio pequeño así que las posibilidades musicales se multiplican. Sin ir más lejos, me ha explicado el mismo Ángel que Jeff Mills pinchó a Nirvana a las cuatro de la mañana hace menos de dos meses. Tuvo que ser memorable.